En estos últimos tiempos, parece que acudir a un terapeuta es una tarea especialmente complicada. Y es que no es fácil. ¿Cómo saber cuando acudir? ¿Qué nos frena?
Esperamos a vernos especialmente mal, con una angustia demasiado alta, para acudir a terapia, incluso ni en estos momentos nos sentimos capaces. ¿Porqué nos ocurre esto?
No somos conscientes de la importancia que tiene la salud mental en nuestras vidas. Pero sobre todo no somos conscientes de lo que significa salud mental. Tenemos adquirida una visión muy dicotómica sobre la salud mental: o estás loco, o estás sano. Pero desgraciadamente, la vida nos hace pasar por momentos en los que no somos capaces de solucionar los problemas por nosotros mismos, y no por esto, estamos locos.
Esta concepción tan dicotómica, nos hace posicionarnos en un punto de vista desde el cual "somos capaces de solucionar todo, y sino, estamos locos" y "solo los locos van al psicólogo", y es que ¿Qué es estar loco, y qué es estar sano?
Muchas veces nos suceden cosas que no podemos controlar, marcadas por circunstancias tanto externas como internas. Pero nunca le damos suficiente importancia, creemos que solos podemos con ello. Y no es malo! Muchas veces esa fuerza nos hace tomar más conciencia del problema y poder solucionarlo sin necesidad de una ayuda externa. Pero en otras ocasiones, nos hace falta esa ayuda externa, un punto de vista objetivo que nos ayude a ver toda esa realidad de manera diferente, y ahí está la importancia de acudir a un psicólogo.
Desgraciadamente no siempre tenemos el control de todo lo que nos pasa. El dejar pasar el tiempo en situaciones que nos hacen sentirnos impotentes, reduce nuestras capacidades de afrontamiento, y es por esto, que es fundamental que en esos casos busquemos un punto de vista objetivo sobre lo que nos está pasando.
"Si pero...me da miedo afrontarlo". Esta frase se nos hace muy presente en estos momentos en los que empezamos a tomar conciencia que hay algo que nos vendría muy bien solucionar. Es normal tener miedo a algo que no sabes cómo te va a sentar, esa incertidumbre muchas veces nos hace pasarlo mal, pero dar ese paso, es necesario para poder encontrarnos mejor. Recuerda que el miedo paraliza y bloquea, con el miedo, no haríamos nunca nada, es necesario vencerlo, y eso es parte de tu terapia.
Es muy importante ser consciente de lo que nos ocurre y de nuestras capacidades para solucionarlo, que tenemos muchas, pero a veces no lo sabemos...y necesitamos algo que nos ayude a despertar esa fuerza que tenemos.
Mira dentro de tí, piensa en cómo solucionar las cosas que te atormentan, somos humanos y la vida es un aprendizaje siempre, déjate enseñar.
Patricia Álvarez
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