Cuando la osteopatía y el querer es poder: La historia de Felipón

Rocío es abogada, esposa y mamá. Estaba embarazada de su segundo hijo cuando los médicos le informaron de que el niño venía con seis lesiones cerebrales distintas y de que era "uno de los casos más negros que habían visto"

Ahora, cuando Felipón ha cumplido cuatro años, publica 'El regalo', un libro en el que relata su experiencia. Una en la que la esperanza y la confianza, la entrega y la alegría, la disposición y, sí, también la osteopatía, jugaron un papel fundamental. 

 

Con Felipón, Javi de Damborenea, nuestro osteópata,  ha trabajado desde su nacimiento,  siendo tan sólo un bebé, cuando su diagnóstico era bastante negativo, y lo hizo a través del tratamiento de osteopatía craneal. Trabajando  en su sistema nervioso desde la cabeza, dos veces en semana, tratando las posibles disfunciones de los huesos del cráneo, de las meninges o en el líquido cefalorraquídeo intentando recuperar el ritmo y el equilibrio en las estructuras para que funcionase de la mejor manera posible. 

Desde su pequeña cabeza, para llegar a su sistema nervioso, intentando solucionar cualquier tipo de disfunción con causa aparente o no, con el objetivo de recuperar el correcto funcionamiento de esas estructuras.

El pequeño fue evolucionando mucho, de manera progresiva, a la vez que su familia, y en especial su madre. 

 

“Fue un progreso paulatino en el que todos nos vimos involucrados, superando metas y objetivos que en el primer diagnóstico eran impensables”, asegura Javi.

 

El pequeño Felipón tiene ya cuatro años, va al colegio, se pone de pie y da pequeños pasos, entiende todo lo que le preguntas, contesta y lo más importante, se ríe sin parar. 

 

 

Esta misma tarde se presenta el libro que su madre ha escrito contando su historia, allí estará también Javi para explicar cómo ha sido su experiencia y el gran trabajo realizado con Felipón.

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