Con el tratamiento de fisioterapia generamos hormonas que disminuyen el estrés y nos hacen sentir "más felices".
La mayor parte de las personas que acuden a una consulta de un fisioterapeuta tiende a pensar que la fisioterapia es un remedio para aliviar lesiones y contracturas, en su mayoría lumbalgias y cervicalgias, pero ¿qué hay de estas y otras muchas dolencias? muchas de ellas están relacionadas con el estrés y nuestro estilo de vida.
A través de un buen tratamiento de fisioterapia se generan endorfinas y la conocida serotonina de la que hablábamos hace unas semanas. Estas dos sustancias son conocidas como las hormonas de la felicidad. Además, dentro del trabajo de recuperación funcional llevado a cabo por el fisioterapeuta, se logra que los pacientes vayan consiguiendo poco a poco sus objetivos hasta poder valerse de nuevo por si mismos, esto tiene una relación directa con la autoestima.
Además de llevar una dieta equilibrada y practicar deporte, es importante acudir al fisioterapeuta cuando detectemos algún problema para mantener buena salud. Llevar un seguimiento adecuado de nuestras lesiones con nuestro "fisio de confianza" puede ayudarnos a tener el cuerpo siempre a punto y evitar males mayores.
