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Osteopatía para tratar los cólicos de tu bebé

Un 30% de los bebés menores de 3 meses los padecen
Un 30% de los bebés menores de 3 meses los padecen

Los cólicos del lactante es un trastorno típico de los bebés en sus primeros meses de vida. Suelen comenzar en la segunda semana de vida y se pueden prolongar hasta los 3 o 4 meses. Es un cuadro típico del recién nacido con llantos prolongados, en algunos casos inconsolables y una situación muy angustiosa para los papás.

 

Suelen producirse al atardecer y al llanto le acompañan gestos muy característicos como las piernas flexionadas sobre el abdomen, puños cerrados, agitación e irritabilidad y síntomas a nivel digestivo como gases, estreñimiento o regurgitaciones. Los bebés no suelen responder a los estímulos tranquilizantes. 

 

Las causas son desconocidas, aunque pueden estar relacionadas con la inmadurez de su pequeño intestino, la creación de la flora bacteriana, gases o estreñimiento. Algunas hipótesis también lo relacionan con componentes psicológicos como las conductas paternas o el ambiente hiperestimulador que pueden provocar estrés en el bebé.

 

Aunque tenemos que consultar previamente con el pediatra para descartar posibles alergias alimentarias o problemas como el reflujo o la obstrucción intestinal, la osteopatía puede ser un remedio infalible para superar esta afección.

 

Puede ocurrir que el pequeño tenga tensiones acumuladas en la nuca y pelvis como consecuencia de partos dificultosos o posiciones intrauterinas determinadas, estas zonas son claves ya que es el origen de los nervios que van a regir el funcionamiento del aparato digestivo. A nivel de la nuca tenemos el nervio Vago que se ocupará de regular el buen funcionamiento de parte superior del tubo digestivo desde la garganta al estómago, y en la zona lumbar y sacra tenemos los nervios que controlan las funciones del intestino delgado y grueso.

 

En las sesiones de osteopatía, el profesional realizará maniobras muy suaves para relajar las tensiones existentes de las zonas de la nuca y la pelvis para mejorar el control nervioso del sistema digestivo, además estas maniobras relajan al bebé y le ayudarán a descansar mucho mejor. También se tratará la zona de la lengua, paladar y mandíbula para una succión más eficaz. Por último se le relajará la zona diafragmática para mejorar la respiración, ya que con el llanto el abdomen se tensa y evita la correcta evacuación de gases, produciendo además estreñimiento.

 

Si ocurre que los cólicos no son muy agudos con pocas sesiones de tratamiento los síntomas del bebé deberían estar resueltos. Las reacciones al tratamiento variarán dependiendo de cada lactante y su historia clínica, aunque tras la primera sesión ya se debe notar cierta mejoría. Además, es importante enseñar a los padres algunas sencillas maniobras de masaje abdominal para que en casa puedan seguir contribuyendo al tratamiento y a la mejora de su bebé.