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Recuperarte después de los excesos navideños

Después de las comilonas de Navidad en compañía de la familia, de los turrones y los brindis con amigos por el Año Nuevo, toca volver a la normalidad y retomar nuestra rutina de ejercicios y la dieta saludable.

 

En el post de hoy queremos darte algunos consejos que te ayudarán a recuperar los buenos hábitos y poner a punto de nuevo nuestro cuerpo y con ello nuestra salud. 

 

 

En el plano nutricional,

 

-Reduce todo lo que puedas la ingesta de grasas, los embutidos, los azúcares simples y la bollería industrial.

-Intenta disminuir el uso de la sal en las comidas, puedes sustituirlo por algunas especias para dar sabor a los platos, pero nunca lo hagas utilizando salsas que además de estar cargadas de sal, solo te aportarán calorías. 

-¡Bebe agua! Al menos un litro y medio diario para hidratar tu cuerpo, ayudarás también a desintoxicarlo. Si te resulta aburrido y te cuesta beber agua, puedes acompañarla de limón o alguna otra fruta cítrica para hacerlo más ameno.

-Incluye en tu dieta los alimentos diuréticos que te ayudarán a combatir la retención de líquidos como los espárragos, alcachofas, la piña o las uvas.

-Los alimentos ricos en fibra te ayudarán a mejorar el tránsito intestinal y reducir la hinchazón abdominal. En  este caso tu mejor aliado son legumbres como las lentejas, frutos secos como las nueces o los cereales y pastas integrales.

-Procura no introducir más toxinas en el cuerpo. Evita el alcohol, los zumos concentrados y las bebidas gaseosas.

-Sustituye en la medida de lo posible el café por una infusión, las infusiones también ayudan a reducir volumen. Son especialmente eficaces el té verde, la cola de caballo o el diente de león.

-Introduce proteínas en tus comidas. Sobre todo en la comida y la cena: el pescado blanco es ideal por su valor nutricional y su bajo índice calórico (procura comerlo 3 o 4 veces por semana).

-Toma verduras de hoja verde, aportan pocas calorías y tienen un gran valor alimentario por su riqueza en vitaminas (especialmente A, C, el complejo B, E y K), minerales (en especial el calcio, el hierro, el magnesio, el potasio) y la fibra. Para evitar que den gases, es mejor que las cocines.

-Vuelve a la rutina y recupera los horarios. Haz cinco comidas al día e intenta mantener los mismos horarios, de esta manera activamos el metabolismo, llegando a las comidas principales con menos hambre y evitando el picoteo entre horas.

 

Apúntate a clases grupales o haz ejercicio acompañado
Apúntate a clases grupales o haz ejercicio acompañado

Aunque parezca básico y repetitivo debes acompañar todos estos buenos hábitos de una rutina de ejercicios, al menos 2 o 3 veces por semana, e incorpora pequeños gestos a tu rutina diaria, como subir y bajar por las escaleras e ir andando a los sitios siempre que que sea posible.

 

Lo primero que debes hacer es ponerte objetivos y ser conscientes de que conseguirlos nos va a suponer un esfuerzo, sobre todo si llevamos tiempo parados. Lo mejor es consultar a un profesional que nos recomiende una tabla adaptada a nuestras condiciones físicas y nuestros objetivos fijados. 

 

Tus mejores aliados son los ejercicios aeróbicos, empieza poco a poco, controlando tus sensaciones, es mejor no guiarse por lo que hagan los demás y escuchar a nuestro cuerpo. Lo normal es que haya dos semanas de adaptación al entrenamiento, a nivel muscular y cardiovascular, y lo más importante, dale importancia tanto al calentamiento como a la vuelta a la calma. Evitarás lesiones y las agujetas serán más soportables.

 

Empieza por circuitos básicos para ir cogiendo fuerza muscular e ir aprendiendo, los entrenadores podrán ayudarte a saber cuál es la mejor manera de comenzar. Si notas alguna molestia disminuye el ritmo del entrenamiento y ve a visitar a tu fisioterapeuta de confianza.

 

¡Un pequeño truco! Si puedes ve a entrenar acompañado, hará que no sientas que el entrenamiento es una obligación.

 

 

Para cualquier duda puedes consultar a nuestra nutricionista o entrenadora personal.