Parámetros sociales ¿Cómo nos afectan?

En ocasiones, podemos tener la sensación de sentirnos estancados, que nuestra vida no avanza, y que si nos comparamos con la gente de nuestro alrededor, siempre salimos perdiendo.

 

Esta sensación es muy común hoy en día, debido a que nos vemos inmersos en una sociedad en la que tenemos a un paso cualquier información de la vida de la gente que nos rodea. Las redes sociales y el uso que les damos hoy en día, nos permiten estar informados de cualquier detalle relacionado con la vida de los demás. De lo que no somos conscientes muchas veces, es que esta información que recibimos de los demás es sólo una parte subjetiva que dejan ver. El constante exceso de información nos atrapa en cierta manera.

 

Vivimos en una sociedad que, de manera subyacente, nos marca unos parámetros y unos referentes. ¿Cuántas veces hemos oído frases como: cuando estudies una carrera…cuando te cases…cuando tengas hijos…? y es que parece que sigamos unos pasos concretos a cada edad.

 

¿Qué efectos puede tener todo esto en nuestra salud psicológica?

La sociedad en la que vivimos nos condiciona desde que somos niños, aprendemos modelos de pensamiento y comportamiento de la gente que nos rodea, y hacemos nuestro ese “camino que deberíamos seguir” para “ser felices”.

Puede ocurrir, que lleguemos a un momento de nuestra vida en el que las cosas no se han dado como “deberían” y es aquí cuando sentimos la necesidad de encontrar una salida a nuestra sensación de “estar estancados”, “de no avanzar como avanzan los demás”.

 

¿Qué podemos hacer en estos casos?

Es hora de cuestionarse porqué tener que estar condicionados a ciertos parámetros impuestos por la sociedad en la que vivimos. Es el momento de preguntarnos qué queremos en la vida, cuáles son nuestros propósitos, y si realmente avanzamos hacia ellos. Marcarnos nuestras prioridades debe ser uno de nuestros primeros pasos. ¿Qué es lo que quiero conseguir laboralmente? ¿Y personalmente?

El “no avanzar como avanzan los demás” no debe ser nunca un motivo para pararnos, sino para fomentar nuestros objetivos vitales, plantearnos en qué momento estamos y lo satisfechos o no que estamos con nuestra vida actual.

 

 

Valorar cada una de las áreas de nuestra vida, pararnos a analizar qué nos mueve y avanzar hacia ello, porque nosotros somos los dueños de nuestra vida y de nuestro camino. No hay cambios establecidos sino los cambios que nosotros queramos llevar a cabo. A veces es necesario reestructurar esa idea preconcebida que tenemos de las fases que tiene la vida y llevar las riendas de nuestra vida.

 

Patricia Álvarez,

Psicóloga en Aequilibrium