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¿Cómo puede ayudar la fisioterapia, la nutrición y la psicología a las personas que sufren cáncer de mama?

El 19 de Octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama. Esta fecha fue establecida por la OMS con el objetivo de concienciar sobre la enfermedad. 

 

Un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada, evitar el sobrepeso, el tabaco y el consumo regular de alcohol así como una práctica de ejercicio regular puede llegar a reducir considerablemente el riesgo a padecer esta enfermedad.

 

Los esfuerzos por la educación y concienciación sobre la enfermedad y el apoyo a las personas afectadas se intensifican a lo largo de todo el mes de Octubre, por eso desde nuestra clínica queremos aportar nuestro granito de arena y la mejor forma que tenemos de hacerlo es a través las disciplinas en las que estamos especializados: la fisioterapia, la nutrición y la psicología.

 

El cáncer afecta al paciente a nivel físico pero también psicológico y esto está interrelacionado. Las alteraciones en el cuerpo de un paciente enfermo de cáncer son evidentes ya sea por causas derivadas de la cirugía o de los tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, y es desde ese ámbito desde el que la fisioterapia, la psicología y la nutrición pueden ser factores positivos en la recuperación.

 

Después de la intervención quirúrgica, el fisioterapeuta puede empezar a trabajar la cicatriz para evitar adherencias y para facilitar la recuperación de la sensibilidad de la zona afectada. Además si ha habido una reconstrucción de la mama, nuestros profesionales pueden ayudarte con ejercicios a mejorar la adaptación de los expansores. 

  

Tras el tratamiento de quimioterapia el papel del fisioterapeuta también es importante para atenuar los efectos secundarios, como dolores en miembros y espalda. En cuanto a la radioterapia, el trabajo irá más enfocado a aumentar la amplitud articular y a conseguir una mejoría muscular.

 

¿En qué tipo de patologías puede actuar el fisioterapeuta?

 

Dolor de hombro debido a adherencias causadas por las cicatrices, limitaciones en las articulaciones por retracciones capsulares, ligamentosas o musculares. Es importante evitar la aparición de capsulitis adhesiva u “hombro congelado”. También puede tratar las alteraciones posturales que se derivan de las posturas compensatorias que el enfermo adopta para evitar el dolor pero que, a largo plazo, derivan en contracturas y retracciones en otras zonas. A largo plazo, también ser´a beneficioso el tratamiento del linfedema o hinchazon como consecuencia de la obstrucción del sistema linfático.

 

En el plano nutricional, una buena alimentación es especialmente importante debido a que tanto la enfermedad como el tratamiento tienen la capacidad de afectar el apetito. También pueden afectar la capacidad del cuerpo para tolerar ciertos alimentos y aprovechamiento de nutrientes, en este caso la labor de un nutricionista puede ayudar al enfermo a sentirse más fuerte y con más energía para afrontar la recuperación.

 

Por último, cuidar la salud mental es vital para superar la enfermedad. El psicólogo puede ayudar no solo al paciente a aceptar la enfermedad sino a los familiares. Muchas personas con cáncer no saben que hay un campo de trabajo dentro de la Psicología centrado en los pacientes oncológicos y sus familiares.  El malestar emocional es normal cuando se tiene cáncer, o cuando un familiar próximo convive con la enfermedad. Que ante el cáncer una persona esté triste, tenga ansiedad o se haga muchas preguntas es lo más normal.

 

Recuerda que lo más importante es superar la enfermedad y que JUNTOS VENCEREMOS.