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Cómo la fisioterapia y la osteopatía también puede ayudar con los trastornos digestivos

Aunque creamos que la fisioterapia solo está indicada para tratamientos relacionados con afecciones musculares, de articulaciones o huesos, esto no es cierto.

 

Ya lo hemos dicho en más de una ocasión, en Aequilibrium entendemos el tratamiento de una manera global con un abordaje multidisciplinar, en este caso, la fisioterapia y la osteopatía puede ayudar a la nutrición a resolver molestias y problemas digestivos. De hecho, este abordaje desde diferentes disciplinas es lo que nos lleva al éxito en muchos tratamientos.

 

En el caso de los problemas digestivos, la fisioterapia y la osteopatía pueden ayudarnos bastante a sobrellevar éstas y otras alteraciones de nuestro aparato digestivo desde diferentes abordajes (terapia manual, ejercicios de movilidad abdominal, fisioterapia de suelo pélvico, hipopresivos, etc) que activan la motilidad intestinal, estimulan la circulación sanguínea y linfática, mejoran también la evacuación del intestino así como una correcta regulación somato-sensorial y fortalecimiento abdominal.

 

Entre las afecciones que pueden tratarse, hablamos de estreñimiento, cólicos, gases, reflujo gastroesofágico, incontinencias anales, gastritis, hernias de hiato, algias ano-rectales, hipertonías del esfínter esofágico, estreñimiento distal o disfagias.

 

Este tipo de tratamientos está especialmente indicado para los bebés recién nacidos, ya que, además del estrés que acumulan después de pasar por el propio parto, la inmadurez en sus sistema digestivo, puede provocarles irritación, cólicos, estreñimiento, gases o reflujo. Se pone de manifiesto en las primeras semanas de vida y en este tipo de situaciones el fisioterapeuta u osteópata puede ayudarle, liberando las tensiones y tratando las disfunciones en las distintas estructuras.