Seguro que alguna vez has escuchado "la primavera, la sangre altera", pero ¿realmente esto es cierto?...Efectivamente, la primavera es una estación que puede afectar a las personas que se encuentran pasando un proceso de inestabilidad emocional.
Irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, estar más irascible, tener ansiedad, menos ganas de hacer cosas, falta de energía, etc.
Cambiar de estación supone también cierto cambio de hábitos, pasamos a días más largos, con más horas de luz, las temperaturas aumentan y, aunque a priori parece beneficioso, no a todos nos afecta del mismo modo y a algunas personas les supone un proceso de adaptación.
Lo que comúnmente conocemos como “astenia primaveral” se caracteriza por cansancio, debilidad, falta de energía y ánimo decaído. Este trastorno tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres y suele durar solo unos días, por lo que su efecto es leve y transitorio.
La primavera, efectivamente puede tener efectos a nivel psicológico y emocional pero también físico ya que al aumentar las horas de luz y las temperaturas, se realizan cambios en la secreción de neurotransmisores y hormonas como la oxitocina, dopamina o noradrenalina.
¿Cómo podemos ponerle solución?
Es importante llevar una dieta sana y equilibrada, el intestino también nos hace ser felices, ya que el 95% de la serotonina se produce en el intestino y esta hormona es la que está baja cuando sufrimos ansiedad o depresión. La forma de comer influye en cómo nos sentimos y en cómo nos relacionamos con los demás. La flora intestinal está en conexión con el cerebro y el desequilibrio puede afectar a nuestro estado de ánimo, aunque no quiere decir que sea la única razón.
También es importante practicar ejercicio, la actividad física puede ayudar a aumentar la producción de los neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien, denominados endorfinas.
Además, es imprescindible dormir bien, necesitamos conseguir un sueño reparador, ya que mientras dormimos, nuestro cerebro procesa nuestras emociones. La mente necesita este tiempo para reconocer esas emociones y reaccionar de manera correcta, es por eso que si el tiempo de descanso se acora, tendemos a tener más reacciones negativas.
Aparte de comer bien, practicar deporte y dormir, te ayudará pasar tiempo con amigos y seres queridos, hacer actividades que te gusten y te hagan disfrutar, escuchar música o practicar técnicas de relajación.
